
Del lunes 8 y hasta el viernes 13 de abril, los asistentes al programa de la tercera Ryoichi Jinnai, de la Asociación Peruano Japonesa, tuvieron una semana inniguable, pues el almuerzo fue un delicioso pollo a la brasa, en la Granja Azul, un restaurante campestre con 69 años de tradición familiar, ubicado en la carretera central km.11.5, Santa Clara, Ate.
Las personas de la segunda edad, la directiva y el grupo de voluntarias Shiawase (felicidad) se reunieron a las 9:00 a.m., en el Centro Cultural Peruano, desde donde partió el ómnibus con dirección a Ate.
Los adultos mayores de la tercera edad se dirigieron directamente a Santa Clara. La movilidad del Centro Jinnai, todos los días, llega hasta su domicilio para llevarles con destino al Centro Jinnai, y cuando hay paseo, las obachan y los ojichan son trasladados al lugar de la excursión.
150 asistentes por día
En esta visita han participado el Centro Jinnai sucursal en la Asociación Okinawense del Perú, así como los nikkei adultos mayores que son atendidos en el Asilo de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, en Breña y el Callao.
En total, por día, fueron un promedio de 150 personas.
Por la cercanía a Lima, el ingreso a Granja Azul fue antes de las 11:00 a.m. Los asistentes fueron recibidos por Rosa Nakamatsu, directora del Centro Recreacional Ryoichi Jinnai.
Les dio a conocer y les invitó participar en el programa que consiste en bailes, canciones y divertidas actividades.
De inmediato, se acomodaron en un ambiente muy colonial y acogedor.
Enseguida, dirigidas por las voluntarias Shiawase, realizaron ejercicio físico, radio taiso, para calentar los músculos.
Siempre guiadas por las voluntarias, las personas de la segunda y tercera edad intervienieron en juegos japoneses muy entretenidos.
A las 12:00 en punto se sirvió el almuerzo. En Granja Azul, para muchos de los asistentes fue un descubrimiento el delicioso pollo a la brasa y, para las personas que acuden casi siempre en familia, fue un regalo del Centro Jinnai el almorzar con las amistades.
Previamente al pollo a la brasa, llegaron a las mesas pancitos preparados en Gran Azul. La atracción no fue únicamente los panes acompañados con mantequilla, sino la forma peculiar de la panera, una gallina.
Después del almuerzo, comenzaron los juegos. Los asistentes formaron los equipos: rojo, amarillo, y verde. Hicieron barra, se divirtieron y cada de los participantes recibió sendos premios.
A la hora del lonche, se sirvieron picarones elaborados en Granja Azul.
Además, el Centro Jinnai les obsequió galletas y bebidas.
La visita a Granja Azul finalizó con bailes y canciones en japonés.
El retorno hacia Lima fue a las 3:00 p.m. Gran parte de los adultos mayores se despidieron con la ilusión de que se realice en pocas semanas el próximo paseo.