
«Quisiera expresar mi agradecimiento por la invitación a esta Ceremonia por la Paz, organizada por la Asociación Peruano Japonesa en conjunto con Perú Hiroshima Kenjinkai. Asimismo, mi más profundo respeto por los esfuerzos realizados a lo largo de estos años», expresó el embajador del Japón, Sadayuki Tsuchiya, en la inauguración de la exposición «Por un mundo de paz, sin armas nucleares», que se realizó en 1 de agosto en el Centro Cultural Peruano Japonés.
Especialmente este año, «pienso que es muy significativo y estoy agradecido por participar en esta ceremonia, elevando una oración por la paz mundial, junto con el gobernador de la prefectura de Hiroshima, Hidehiko Yuzaki, el presidente de la Asamblea de Hiroshima, Takashi Nakamoto. y sus miembros, así como también con los numerosos asistentes de aquí, el Perú».
El embajador Tsuchiya dio a conocer que sus abuelos y su tía fallecieron por el bombardeo atómico a Hiroshima.
Dijo que, por tal motivo, desde que era niño participaba en la ceremonia del 6 de agosto junto con sus padres, «y desde entonces llevo conmigo un anhelo de paz».
Indicó que, ahora que está en el Perú, ha aprendido sobre las dificultades de los inmigrantes japoneses antes y después de la guerra, «por lo que he reafirmado la gran percepción de la miseria de la guerra y la importancia de la paz».
Señaló que, hoy en día, el Japón y el Perú mantienen una relación sólida, como aliados estratégicos que comparten los valores fundamentales de la democracia, los derechos humanos, entre otros.
Al finalizar sus palabras, elevó nuevamente su oración por las almas de las víctimas de la guerra y pidió «que nos protejan».
Además, manifestó su compromiso en el esfuerzo para el mayor progreso de la colectividad nikkei peruana y la profundización de la relación amistosa entre Perú y Japón.