martes, 22 de abril de 2014 | 1:21 AM
El estreno de 47 Ronin, la decepcionante cinta estadounidense inspirada en uno de los más grandes ejemplos de lealtad que tuvo lugar en el Japón del siglo XVIII, me hizo recordar que tuvimos en 1964, año en el que se llevó a cabo el Tercer Festival del Cine Japonés en el Cine Central, la oportunidad de apreciar Chushingura (Hana no maki yuki no maki), de Hiroshi Inagaki, una excelente recreación fiel de la historia de los 47 samurái que vengan a su señor Asano quien, víctima de una intriga del envidioso y celoso Kira, ha tenido que ver la desintegración de su clan y cometer seppuku (hara-kiri). Tras lograr su propósito, los 47 fieles samurái que pasaron a ser ronin, porque habían quedado sin amo, también se hacen el hara-kiri.